lunes, 7 de septiembre de 2009

Aniversario Luctuoso de José Clemente Orozco

 
José Clemente Orozco
Parnaso mexica con catrinas de pulquería, 1944
Temple sobre papel
34.6 x 48.6 cm
José Clemente Orozco nació en Zapotlán El Grande, Jalisco en 1883. Aunque estudió primero para ser agrónomo y se graduó como inspector agrícola, Orozco inició sus estudios de arte en la Academia en 1906. Desde sus primeras obras se pudo notar un agudo espíritu crítico a través de la caricatura política, y una serie de acuarelas y dibujos de carácter expresionista donde capturó la cruda realidad de las prostitutas de la Ciudad de México, sin embargo, a diferencia de sus colegas contemporáneos como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, el trabajo de José Clemente Orozco se ocupaba más del devenir del ser humano en función de sus misterios, su historia, la religión y la tecnología.

Orozco tuvo un acercamiento muy temprano al grabado, conoció a José Guadalupe Posada cuando aún era un niño y en sus primeros trabajos como artista de la academia retrataba la vida indígena de México.

Su estilo expresionista se fue forjando a través de los años y fue en sus trabajos murales donde se plasmó de una manera fuerte, heróica y poética. El dibujo de Orozco, a su vez también de carácter expresionista, tenía implícito un dominio técnico formado por la academia, que enriquecía de manera vasta el trabajo tanto de sus pinturas como de sus grabados, un claro ejemplo de esto es el mural pintado en la cúpula del Hospicio Cabañas "El Hombre en llamas".

 
 José Clemente Orozco
Hombre en llamas

En 1917, visitó los Estados Unidos por primera vez en busca de caminos para difundir su arte. Regresó a México y trabajó como muralista en la Escuela Nacional Preparatoria. En los años veinte realizó obras de caballete que tal vez como el trabajo de ningún otro artista mostraron una visión apocalíptica de la revolución mexicana. Regresó a los Estados Unidos en 1927, donde vivió hasta 1934, exhibiendo su obra y pintando murales en el Frary Hall of Pomona College en Claremont, California, la New School for Social Research (Nueva York) y la Baker Library of Dartmouth College en Hannover, New Hampshire. Regresó a México donde se dedicó a pintar murales en la Ciudad de México y la provincia: Catarsis para el Museo del Palacio de Bellas Artes, donde sintetiza su visión de la revolución, y para el domo de la Universidad y el edificio del Gobierno del Estado en Guadalajara, y comenzó un ciclo de murales en el Hospicio Cabañas con el tema de la conquista española. Entre 1943 y 1948 presentó seis exposiciones en la Escuela Nacional.

Murió el 7 de septiembre de 1949 dejando un mural al aire libre inconcluso.
 
José Clemente Orozco
Alegoría de México, 1948
Prioxilina sobre masonite
79 x 122 cm.
La Colección Blaisten cuenta con acervo pictórico y gráfico de este magnífico artista, celebremos pues a este representativo e importante artista de la historia del arte en México y el mundo.
 
José Clemente Orozco
Hombre en llamas
Grabado, Punta seca
 25.4 x 33.4 cm
Fondo Díaz de León

martes, 1 de septiembre de 2009

Las Escuelas de Pintura al Aire Libre

Anónimo
Niña con faisán
Óleo sobre tela
38 x 48 cm.

 Los personajes que conformaron los más importantes proyectos artísticos en el México posrevolucionario fueron José Vasconcelos y el entonces director de la Escuela Nacional de Bellas Artes Alfredo Ramos Martínez. Este último, que en 1913 intentó reformas para la enseñanza de las artes en México, fundando así la primera Escuela de Pintura al Aire Libre en Santa Anita Iztapalapa.

Este primer taller experimental de pintura al aire libre, por llamarlo de alguna manera, fue el detonante de lo que algunos años más tarde vendría a ser uno de los más importantes proyectos de enseñanza de las artes en la historia de México. Sin embargo, en primera instancia, esta primera escuela vino a reivindicar el razonamiento modernista que se venía gestando anterior a 1910. Las maneras de aplicación de color y la incidencia de la luz en los ejercicios de paisaje que se veían en esa escuela reflejaban el tratamiento impresionista o posimpresionista que para ese entonces en Europa ya era una manera académica de estudiar la pintura; evidenciando así que en México la experiencia plástica del color vanguardista había llegado tarde y que el proyecto persistía aún en la enseñanza formal, entonces, para que hubiese un verdadero cambio, debía replantear la enseñanza en estas nuevas escuelas.

Se mencionaba anteriormente que José Vasconcelos había tenido también un papel determinante en la instauración de este nuevo ambiente artístico. Fue así que en 1920 impulsó, ya como parte de una política cultural y desde la Secretaría de Educación Pública, las inquietudes estéticas que los artistas de esta época pregonaban. Vasconcelos creó misiones para alfabetizar las zonas rurales, promovió una gran cantidad de programas a partir del Departamento de Bellas Artes, del cual dependía la administración de museos y propició la puesta en marcha de las decoraciones murales. Aunado a esto, José Vasconcelos impulsó la reaparición del sistema pedagógico de Alfredo Ramos Martínez,  lo cual marcó determinantemente el rumbo de México en cuanto a la formación de una cultura nacional.

A partir de este momento se retomó el proyecto de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, el cual continuó en nuevas sedes tales como la de Chimalistac, Xochimilco, Tlalpan, Guadalupe Hidalgo , entre otras; denotando cambios considerables en cuanto a la producción pictórica. Definió cambios incluso para la producción de artistas y maestros formados en la Academia, a la vez que fue el primer acercamiento al arte para artistas que años más tarde se convertirían en maestros del arte mexicano, como lo haría David Alfaro Siqueiros.

Las Escuelas de Pintura al Aire Libre emplearon un método de enseñanza alejado de los "ismos" europeos, exploraron con mayor soltura plástica el paisaje así como la representacion del contexto en el que los asistentes se desenvolvían, fiestas, motivos, gente indígena, etc. Es importante señalar que la participación de gente de todas edades fue trascendental en estas escuelas, se prescindió del dibujo en los cuadros para darle paso al color brillante y puro, característica  fundamental de la participación de los niños en las escuelas.

Fernando Leal, Francisco Díaz de León, Gabriel Fernández Ledesma, Fermín Revueltas, etc. Eran algunos de los muchos artistas que asistían a las escuelas y fungían algunos también como maestros de las mismas. Los maestros tenían un papel importante, sin embargo debían siempre exhortar a los alumnos a no dejarse influenciar visualmente por nadie, asi como inculcarles que pintaran las cosas como las veían y no como lo dictaba algún canon estético.

Los intereses colectivos encaminados a la conformación de un nuevo concepto de nación e identidad se vieron reflejados en el contexto cultural de la década de los 20's y tuvieron repercusiones importantes en los años subsecuentes.
Javier Miranda Nava