jueves, 15 de octubre de 2009

La época posrevolucionaria, el movimiento ¡30-30!


Gabriel Fernández Ledesma
El ebanista, 1925
óleo sobre tela
80 x 80 cm.

El movimiento ¡30-30! así como otros movimientos contemporáneos asumió una posición estética con el apoyo de un manifiesto y asimismo tuvo una marcada actitud beligerante y contestataria frente a las instituciones, lo cual hizo que estas manifestaciones tuvieran verdaderos tintes políticos al grado de que la nomenclatura del movimiento fuera el homónimo a una carabina empleada durante el conflicto bélico de la revolución.

Los miembros dirigentes de dicho movimiento, Fernando Leal, Ramón Alva de la Canal, Gabriel Fernández Ledesma, Fermín Revueltas y Francisco Díaz de León,  procedían de la Escuela Nacional de Bellas Artes y de las Escuelas de Pintura al Aire Libre. Algunos de ellos como Leal, Alva y Revueltas ya habían pintado murales en la Escuela Nacional Preparatoria.

El movimiento exigía una renovación del sistema de enseñanza oficial, además de profundas reformas en la dirección de la Escuela de Bellas Artes. Sus fundamentos plásticos fueron consecuencia directa de lo que se hacía en las Escuelas de Pintura al Aire Libre. Impulsaron la revaloración del grabado en madera aspirando con esto a democratizar el arte, este mismo fue utilizado como medio de difusión de sus posturas políticas.

Su producción se caracterizaba por el eclecticismo visual, consecuencia de la manera de observar y ensalzar la vida cotidiana urbana, experimentaron con diversas técnicas y así como los otros movimientos de la época como el estridentismo, constituyeron parte fundamental del arte mexicano de la época.